En el ojo existen tres clases de receptores del color. Mezclando en diferentes proporciones esos tres colores primarios del espectro solar (los llamados colores luz), se puede obtener cualquier tono. Esos tres principales son el azul, verde y rojo. En este artículo vamos a conocer a fondo los modos de codificación RGB y CMYK.
En el proceso de formación de nuevas tonalidades a partir de este trío principal surgen colores secundarios y terciarios, cada cual más luminoso que el anterior. Mezclándolos todos juntos es como se lograría el blanco (el color original de la luz). Te preguntarás, ¿qué relación tiene esto con los modos RGB y CMYK?
Modo RGB
Se aplica a las imágenes en una pantalla de televisión o en el monitor de un ordenador. De ahí que tengan los programas de diseño y retoque el modo de codificación RGB (en inglés Red, Green, Blue – rojo, verde y azul).
Este modo de color expresa como he mencionado los colores en base a los primarios luz. Es el más adecuado para crear imágenes que se verán en pantallas o impresas en papel fotográfico con impresora plotter. Es el utilizado por defecto en los programas de diseño como Photoshop o Illustrator.
Los ilustradores o diseñadores gráficos no usan solamente el color luz, sino también materiales y sustancias pigmentadas que absorben las ondas componentes de la luz, excepto la de la tonalidad con la que se quiera trabajar, es decir, sustraen a la luz blanca parte de su composición espectral (por ejemplo, si quieres un tono azul, al blanco se le extrae el resto de colores que la componen para dejar solo este color). En esta ocasión, las mezclas de estos colores funcionan de un modo diferente. Es cada vez menos luminosa, hasta el punto de que al fusionarlos todos se consiga el negro.
Modo CMYK
En esta ocasión los colores primarios son el amarillo, azul cyan y magenta. Estos colores son justamente los secundarios de los colores luz.
De aquí surge el modo de color que se denomina CMYK (en inglés Cyan, Magenta, Yellow y Key, porque el negro era el color “clave” en la impresión tradicional).
Éste es un sistema de cuatricromía usado habitualmente en la impresión. Se usa un soporte blanco en el que se refleje la luz y sobre ella se van añadiendo las tintas. En teoría, debería de poder salir con la superposición de los tres colores principales una imagen con alta fidelidad, pero en realidad el tono más oscuro que se logra es un gris pardo, por ello se le aplica una cuarta tinta para crear un contraste de sombras, el negro.
El modo CMYK se utiliza para la creación de imágenes que se van a imprimir.
Aunque la pantalla del ordenador funcione con el sistema RGB, nosotros podemos trabajar con CMYK. Los programas de diseño convierten mientras los datos a RGB para una mejor visualización.
Que no os asuste ver una vez guardado un archivo de imagen en CMYK en unos colores apagados, ya que su funcionalidad no es para verlo en pantalla, sino como ya he dicho, es para su posterior impresión.
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